sábado, 11 de enero de 2014

"LIMPIAS" UNA GRAN VILLA DE CANTABRIA

Limpias, una gran villa a la que acudimos de visita desde hace muchos años.
Allí se encuentran lugares desconocidos por muchos españoles de gran calado a nivel artístico, así, como por su gente tan acogedora y sus bellos paisajes montañeses.
Esta población situada al noreste de la comunidad autónoma de Cantabria debe su nombre, a sus saludables aguas térmicas que brotan en su termino y eran conocidas por el nombre de Aguas Limpias. Pertenece al partido judicial de Laredo. A dos km. está la villa de Ampuero, centro de la ampla comarca del valle del río Asón. A seis kilómetros se levanta, sobre una colina el Santuario de la Patrona de Cantabria, Ntra. Sra. la Bien Aparecida, al cual se llega por carreteras de montaña, bosques y verdes campos.
La villa se encuentra situada en la desembocadura del río Asón, a la derecha de la ría llamada de Límpias, formada por los barrios del Ribero, Espina y el pintoresco Rucoba, cuyo nombre recuerda la Ruta Jacobea, y en la cual se alza la Parroquia de San Pedro. La iglesia fue construida a principìos del siglo XVII por el maestro Francisco de Hazas, en estilo gótico tardío y renacentista. Se le añadió una gran portada barroca en 1664.
Muy posterior es el soportal adosado a la fachada. Esta iglesia de San Pedro, tiene el hastial una torre con machones. Su rasgo mas destacado es la gran fachada barroca construida en piedra arenisca de Limpias.Es obra de Diego de Vélez de Palacio. SE divide en dos cuerpos por medio de una imposta. A los lados de la puerta hay dos columnas sobre basamento. En el cuerpo superior hay un fronton circular con pinaculos piramidales a los lados. En esta parte superior se ve una escultura de San Pedro en una hornacina con dos Óculos a los lados y otros dos apostoles en los extremos, Santiago y San Pablo.

En el altar mayor de la iglesia se venera una prodigiosa imagen del cristo de la agonía, del cual apenas si sabe su origen. se supone fue venerada en Cádiz, en la iglesia del convento de los PP. Franciscanos y que derruido este en los años anteriores a las inundaciones del 1755, pasó al Oratorio de D. Diego de la Piedra y Secadura, Caballero profeso de la Orden de Santiago, que falleció en Cádiz el 16 de Enero de 1779. El 30 de diciembre de 1778, otorgó testamento y entre las diversas clausulas, recuerda a su villa natal de Limpias. " Mande enlosar, la parroquia de San Pedro de Limpias, costee su retablo mayor y su dorado, colocando en él las tres imágenes de Nuestro Redentor agonizando en la Cruz, de su Madre Santísima y del Evangelista San Juan... remití cuatro lienzos grandes, de efigies muy devotas, con sus marcos dorados, para adorno de su iglesia y su sacristía: esta la mandé hacer a mi costa, de fabrica nueva, embovedada y enlosada igualmente, cajonería, pileta de mármol hecha en Génova..., el púlpito nuevo, con su guarda voz y baranda."
Es tradición que en 1755 un maremoto amenazó a la ciudad de Cádiz. El pueblo Cristiano sacó en procesión las imágenes mas veneradas en la ciudad y las aguas se detuvieron y comenzaron a retroceder solo ante la Santa Imagen del Cristo de la Agonía, que era venerada en el Oratorio de D. Diego de la Piedra. En vista del prodigio, el pueblo agradecido, pidió que la imagen de Santo Cristo fuera puesta a la veneración en alguna de las iglesias de Cádiz. D. Diego pensó en su villa natal, por el gran afecto, que a ella sentía. remitiéndola juntamente con las imágenes que dejó señaladas en su testamento,  hacia 1765, dándosele desde entonces culto en esta parroquia de San Pedro y desde esa fecha, Santuario del Santísimo Cristo de la Agonía.
La Santa Imagen del Cristo de la Agonía es de tamaño natural y está sobre una cruz de 2.30 mts, de altura.
Representa el tiempo que Cristo estuvo en la Cruz, de ahí su nombre de la Agonía. Los brazos aparecen blandos y relajados, como un hombre que los abriera sin esfuerzo y las manos no están crispadas. El cuerpo se mantiene erguido, sin demacraciones. Su cara tiene una expresión indefinible, y según el punto de vista en que se mira, la expresión es distinta, no solo de dolor, sino de oración y contemplación de Dios, su Padre.
Hay quien le atribuye a Pedro de Mena o a Luisa Roldan. Recuerda al Cristo de la Expiración, que se venera en Sevilla, obra de Montañés. Independientemente de la duda, se puede afirmar que pertenece a la mejor escuela sevillana del siglo XVIII.
A partir del 30 de marzo de 1919 se corrió a los cuatro vientos que en Limpias sucedían cosas extraordinarias. Decían que con la hermosa imagen del Santo Cristo de la parroquia ocurría algo... movía los ojos, daba la sensación de un cuerpo vivo, que palidecía, sangraba y sudaba. El nombre de Limpias se hizo famoso en todo el mundo y sus calles fueron pisadas por peregrinos venidos de los cinco continentes.

A lo largo de nuestras muchas visitas a Limpias hemos tenido el placer de conocer a diferentes personas del lugar desde propietarios de bares y pension con sus buenos churrascos y sobaos pasiegos hasta al actual guardes del Santuario Francisco Javier. Pero nuestra gran suerte fue conocer hace muchos años a la que fue guardesa del Santuario hasta hace catorce años nuestra querida amiga BENITA. Mujer extraordinaria, con una eterna sonrisa y siempre dispuesta a recibirte con los brazos abiertos, gracias a ella aprendimos y vimos objetos desconocidos por el publico en general, regalos de peregrinos, como del torero Manolete o Antonio Machín. GRACIAS BENITA POR TU RECIBIMIENTO DE ESTE AÑO, esperamos que hayas ganado el concurso de decoración navideña de casas, la tuya era la mejor... Esperamos poder visitarte pronto, siempre te recordamos.                                                                              
                                 

Esta nueva entrada en nuestro blog, esta dedicada a BENITA, y a nuestro hijo DAVID, que sentía autentica veneración por el Santísimo Cristo de Limpias, estamos seguros de que estará con El.

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